Originariamente la palabra “jato” (con “h” aspirada), procedente del castúo, hace referencia a una bolsa de tela que se prepara con ropa y comida para irse unos días de casa. Hace mención a los orígenes, la tradición y la identidad de nuestros entornos rurales. Es un término muy utilizado en la jerga popular de nuestro pueblos y comarcas cuando nos referimos a preparar “todo lo imprescindible”, “hacer la maleta” o “coger nuestros enseres” para desplazarnos desde nuestros pueblos a la capital de la provincia, Cáceres, brindando así a sus visitantes y ciudadanos “lo mejor que tenemos” en nuestro entorno rural, mostrando los tesoros que se esconden en estos espacios, su forma de vida y las posibilidades de ocio y de negocio con las que contamos.